1, 2, 3, NOTARIO

¿Tan rápido? ¿Tan fácil? Así sin más…

Pues claro, ¿y de que otra manera iba a ser si no?

Una amiga de A. le recomendó que hablara con nosotros, ella buscaba algo para invertir desde hacía unos meses, pero un trabajo absorbente, con horarios intempestivos y una vida personal plena no le dejaban mucho espacio para buscar piso.

La llamamos, la verdad es que conectamos desde el primer momento. Estuvimos hablando sobre sus preferencias y sobre todo de para que quería comprar, no porque compraba un piso.

En unos días teníamos todo el filtro pasado a nuestra cartera de inmuebles, y habíamos seleccionado todas las viviendas que queríamos visitar con ella.

Las visitas solamente nos llevaron una tarde, en cuanto entró supo que era el suyo, nos gusta recordar la emoción de su cara y sus primeras palabras cuando entramos en el que hoy ya es su piso.

Ese mismo día lo reservo y después de unos días ya lo teníamos todo preparado para firmar en Notaria.

Fácil, rápido y sencillo.