«Que una clienta te abrace después de firmar la compra de su nuevo piso hace que una joven y aprendiz de Inmobiliaria se sienta muy grande».
Van pasando los meses y sigo aprendiendo día a día sobre esta profesión que me apasiona, voy de la mano de un gran maestro, mi marido Alex, sus más de 10 años y su formación continua en el sector hacen que me sienta segura.
Esta historia empieza como tantas otras en nuestra agencia «InmoXara», alguien busca una casa y nosotros acabamos vendiéndole un hogar. Pero esta vez algo ha hecho que se convierta en especial.
Y es que encontrar justo lo que la clienta nos demandaba en un tiempo récord y además adaptado a su presupuesto nos hace sentirnos muy grandes, aunque seamos una pequeña empresa familiar.
Vía: Imagen InmoXara.
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